La última película de Quentin Tarantino nos muestra la cara más emotiva del director a través de su homenaje al cine que le formó. ‘Érase una vez en… Hollywood’ es una película inagotable, y sin ánimo de querer ser un glosario cinematográfico (pues es más compleja y profunda de lo que parece), basta con rascar un poco la superficie para que empiecen a brotar un sinfín de referencias, guiños y homenajes de todo tipo al cine de los sesenta. Esto son solo algunos de ellos:
El título original de la película (‘Once Upon a Time in… Hollywood’) es un claro homenaje a ‘Once Upon a Time in the West’, de Sergio Leone, conocida en nuestro país como ‘Hasta que llegó su hora’. El cine de Leone es una influencia clave para Tarantino, a quien considera el mejor director de spaghetti western de la historia.
Y si Leone va en primer lugar, el que le sigue es Sergio Corbucci, así lo citan textualmente en la película: «el segundo mejor director de spaghetti western del mundo”. Corbucci es otra gran referencia para Tarantino, su película ‘El gran silencio’ sirvió como inspiración al director de Tennessee para ‘Los odioso ocho’, al igual que ‘Django’ lo fue, obviamente, para ‘Django desencadenado’. En ‘Érase una vez en… Hollywood”, el personaje de Rick Dalton (DiCaprio) protagoniza una película ficticia de Corbucci titulada ‘Nebraska Jim’.
Los spaghetti western que protagoniza Rick Dalton y a los que se hace alusión en la película, son un auténtico rosario de guiños y referencias: ‘Tanner’ está inspirada en ‘El salario de la violencia’, de Phil Karlson. ‘Kill Me Ringo, Said the Gringo’ es un guiño a ‘Una pistola para Ringo’ y ‘El retorno de Ringo’, ambas de Duccio Tessari. Y la propia ‘Nebraska Jim’ hace referencia a ‘Ringo de Nebraska’.
Aunque hay otras películas de Rick Dalton que sirven de auto homenaje al propio Tarantino, como ‘Los 14 puños de McCluskey’, que recuerda bastante a ‘Malditos bastardos’
En ‘Los 14 puños de McCluskey’ se hace una mención a Fabian, actor y cantante italiano del cual se dice que no puede participar en la película por haberse roto un hombro en el rodaje de la serie ‘El Virginiano’, en la cual sí que llegó a participar en la vida real.
Tarantino declaró que mientras escribía la película, una de sus principales influencias era Antonio Margheriti, también conocido con el pseudónimo Anthony M. Dawson. Margheriti fue un prolífico director que tocó varios palos, desde la ciencia ficción, pasando por el cine de terror, hasta el spaghetti western. Tarantino ya le homenajeó en esta divertida secuencia de ‘Malditos bastardos’.
Una de las películas que protagoniza Rick Dalton en la ficción, y que es dirigida también por Marghetti, es ‘Operazione Din-o-mite!’. En el cartel comprobamos que figura como co protagonista Margaret Lee, actriz real del film ‘Nueva York llama a ‘Superdrago’, que es en el que realmente se inspira Tarantino.
‘Nueva York llama a Superdrago’ es uno de los títulos del ‘eurospy’, termino con el que se denominó al cine europeo que imitaba las películas de espías anglosajonas. Quentin ha reconocido en varias ocasiones que es un gran admirador de este tipo de películas.
‘Érase una vez en… Hollywwod’ es, en gran parte, una historia de amistad entre dos amigos (Rick & Cliff / DiCaprio & Pitt). En los sesenta existieron parejas actor-doble que acabaron entablando una relación más estrecha tras los focos. Burt Reynolds y su doble Hal Needham es un ejemplo de esto.
Por cierto, el papel de George Spahn, propietario del rancho donde está instalada ‘La Familia’ iba a ser para el propio Burt Reynolds, pero por desgracia murió antes de poder filmar sus escenas. Su sustituto fue el veterano Bruce Dern, quien ya había trabajado a las ordenes de Tarantino en ‘Los odiosos ocho’.
Quien sí llego a rodar sus escenas pero falleció al poco de hacerlo fue Luke Perry. El conocido Dylan de ‘Sensación de vivir’ interpreta a Wayne Munder, actor canadiense que en la vida real participó en varias series de televisión entre 1967 y 1974. El ‘Érase una vez en… Hollywood’, Munder da vida a Scott en la serie ‘Lancer’.
El personaje de Rick Dalton participa en un episodio como estrella invitada en dicha serie, ‘Lancer’. Un «western familiar» de la época muy en la línea de ‘Bonanza’ o ‘El gran Chaparral’.
Además de Rick Dalton (Leonardo DiCaprio) y Cliff Booth (Brad Pitt), está el tercer eje de la trama: Sharon Tate, a quien da vida una luminosa Margot Robbie. Tarantino filma a la actriz paseando por los bulevares de Hollywood como si de un espejismo se tratara. Tate representa en parte el nuevo Hollywood hippie que asomaba en el 69 y en parte el Hollywood antiguo que está a punto de desaparecer, aunque ella no lo sabe.
En una de las escenas más bellas de la película, Tate/Robbie entra en un cine a ver ‘La mansión de los siete placeres’, película en la que participa. Durante la proyección esboza una amplia sonrisa al comprobar la buena recepción de los espectadores en la sala… En la realidad esta película fue la cuarta entrega de una serie de parodias de espías de Matt Helm. Las imágenes que se ven en pantalla durante la secuencia son originales del film que, por otro lado, sirvió como debut para el mismísimo Chuck Norris.
El tráiler que precede a la proyección de ‘La mansión de los siete placeres’ durante la escena es de el de ‘C.C & Company’. Lamentablemente en España el título se cambió por el de ‘La familia Manson’, y no porque tuviese algo que ver con la trama, sino solo para aprovechar la fama de Manson tras el juicio por los asesinatos del 9 de agosto. Vergonzoso.
Antes de entrar en el cine, Tate/Robbie habla con el encargado sobre ‘El valle de las muñecas’, película inspirada en una novela de Jacqueline Susan en la Tate interpretaba a una joven que descubre que tiene cáncer y por ello no puede seguir haciendo películas pornográficas… En fin, una película bastante trasnochada que pasó sin pena ni gloria.
Hay una escena en la que Sharon Tate se dirige a una tienda de antigüedades para recoger un ejemplar de una de las primeras ediciones de la novela ‘Tess, la de los d’Urberville’, de Thomas Hardy. En la vida real Polanski la adaptaría al cine bajo el título de ‘Tess’, en el año 1979.
A Polanski se le describe en ‘Érase una vez en… Hollywood’ como “el director del momento”, y esto es debido al éxito que cosechó con ‘La semilla del diablo’. En un momento de la película de Tarantino, dos personajes mencionan el film de Polanski durante una conversación.
Una de las escenas más memorables de ‘Érase una vez en… Hollywood’ es la pelea entre Cliff Booth (Brad Pitt) y Bruce Lee (Mike Moh), que tiene lugar en un descanso del rodaje de ‘El avispón verde’. La serie, sin llegar a tener un éxito rotundo, se convirtió en un producto de culto de la televisión pop de los sesenta. Lee interpretaba a Kato, el chófer enmascarado de Britt Reid. En 2011, Michel Gondry llevó al cine una adaptación con Seth Rogen y Christoph Waltz, entre otros, pero la cosa no terminó de cuajar.
Otro producto televisivo de corte similar de la época fue ‘Batman’, cuya mítica sinfonía (“nananannanananana… ¡Batman!”) se escucha en la escena post créditos de ‘Érase una vez en… Hollywood’. Además, también se pueden ver los agradecimientos para Adam West y Burt Ward, es decir, Batman & Robin.
Una de las estrellas más famosas de la época que aparece en la película es Steve McQueen, a quien interpreta Damian Lewis. Se hace referencia a que Rick Dalton estuvo a punto de protagonizar ‘La gran evasión’, pero que finalmente McQueen terminó birlándole el papel.
Quién sí que le robó el papel en la realidad a Sharon Tate fue Faye Dunaway, en concreto para ‘Bonnie y Clyde’. Por lo visto Warren Beaty, compañero de reparto de Dunaway en la película, le confesó a Tarantino que Tate estaba en la quiniela para interpretar a Bonnie Parker, pero finalmente no pudo ser.
Otra de las series míticas de los 60 a la que se hace referencia en la película es ‘F.B.I’. El personaje de Dalton hace un cameo en un episodio como estrella invitada, y él y Cliff lo ven desde su casa entre risas y cervezas, en uno de esos grandes momentos “buddie” que tiene la película.
Y de una serie mítica a un programa de variedades no menos mítico, el ‘Hullaballoo’. Se emitía en la NBC y al él acudían todas las celebridades del momento a actuar, bailar o lo que hiciera falta. Tarantino le rinde homenaje con el baile (no podía faltar el momento baile tan habitual en sus películas) que se marca DiCaprio al compás de ‘The Green Door’, de Jim Lowe
Para terminar, solo diremos que la gramola de Tarantino sigue bien engrasada, y durante la película nos deleita con una selección de temas de lo más exquisito, como es habitual en él. Aunque puede que la canción que mejor describa esa atmósfera enrarecida de promesas y sueños, ese Hollywood que Tarantino ha imaginado (o quizá soñado), sea California Dreamin’, en la voz de José Feliciano.
All the leaves are brown
And the sky is grey
I’ve been for a walk
On a winter’s day
I’d be safe and warm
If I was in L.A.
California dreaming
On such a winter’s day