Ya huele a León de Oro. Pequeñas Criaturas ha llevado hasta el momento la mayor ovación de la prensa, que digámoslo claro, es el público más antipático del festival. La ovación se iba gestando en la sala Dársena a medida que se avanzaba la proyección de este cuento feminista sobre una Frankenstein desinhibida – interpretada por la monumental Emma Stone – que practica sexo sin parar, se masturba y copula con entusiasmo adolescente, como tantas veces hemos visto con los protagonistas masculinos. Yorgos Lanthimos y Stone llevan preparando esta adaptación de la novela de Alasdair Gray desde que trabajaron juntos en La Favorita (2018). Y esta claro que la decisión de ser frontal con el tratamiento de la sexualidad femenina, de mostrar hasta las últimas consecuencias el camino, las fases de control social – desde la cuna hasta la tumba- al que está sometido el cuerpo de las mujeres, fue inquebrantable. También sorprendente para ser una obra de hechuras comerciales.
La estética de este cuento gótico -con un cierto abuso en la fotografía del ojo de pez- resulta una prima hermana visual del cine de Tim Burton, Guillermo del Toro y Jean Pierre Jeunet. Pero se intuye que en las manos de estos directores hubiera resultado una historia blanca. Sin embargo, Lanthimos lleva a su territorio, al extremo literal la tesis de esta novela en la que la criatura resucitada (Emma Stone) por un científico loco (Willem Defoe) se deja llevar por su instintos sexuales – y lo más importante, los satisface- mientras va descubriendo cómo todos los hombres que la rodean no conciben que no se encuentre sometida completamente.
«¿Qué sería de una mujer si pudiera empezar desde cero, desde el principio de los tiempos?» se pregunta la actriz y productora Emma Stone en el dossier de prensa de Pequeñas Criaturas. Por el momento, este 2023 está siendo muy fértil en películas de alto voltaje feminista. La nueva generación de millenials, de actrices consagradas de la industria americana han tomado las riendas de producción –como Margot Robbie (33 años) en Barbie y Emma Stone (34 años). Han dejado de quejarse de la falta de personajes femeninos complejos que les llegan y han pasado a la acción, produciendo ellas mismas películas (no románticas) que se salen del carril del de sometimiento y la mirada masculina.
La rotundidad y la osadía de Pobres Criaturas posiblemente sea galardonada en Venecia. Los pacatos Oscar no pueden hacer otra cosa que tomar nota del recado y luego arrinconarla, como ya han hecho con grandes largometrajes donde la sexualidad se sale del tiesto puritano.